Métase por un momento en el pellejo de un minero. Un buen día, un periódico cualquiera se pone en contacto con usted. Quiere conocer el estado de su gremio y le pide que haga un texto sobre qué está pasando en la mina. En concreto le reclaman 2000 caracteres. Usted se lo curra y cuando lo entrega, le dice el responsable del periódico que no está de acuerdo con las subvenciones a la industria de la minería, que va en contra de su política editorial y que no piensa publicarlo.
Bueno, pues esto es básicamente lo que les ha pasado a los miembros de la Junta de ALMA. Sustituyan "mineros" por "guionistas" y "un periódico cualquiera" por La Gaceta.
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Este texto fue escrito para el diario La Gaceta, del grupo Interconomía, a petición del periódico. El diario lo rechazó argumentando que no coincidía con su filosofía. A veces los guionistas también sueñan con poder expresarse libremente.
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CON QUÉ SUEÑAN LOS GUIONISTAS
Los guionistas no sólo sueñan con ovejas eléctricas. Sueñan con que les paguen por su trabajo, un dinero digno a ser posible. Sueñan con tener la importancia y el respeto que se han ganado otros ramos del sector como la interpretación o la dirección de fotografía. Sueñan con un Convenio Colectivo firmado por sus representantes legítimos y no por sindicatos mayoritarios que ni conocen el sector, ni tienen afiliados en él. Sueñan con que sus historias tengan la misma promoción y distribución que las de otros soñadores de más lejos.
Cuando los guionistas leímos la Ley del Cine, que se hizo sin contar con nosotros, vimos que nuestros sueños iban a seguir flotando durante mucho, mucho tiempo. Era una ley continuista, que no entraba en la distribución o en la exhibición o en la formación y que mencionaba al guionista de forma tangencial. Pero tenía un aspecto positivo que podría al menos evitar la pesadilla de “Soy un pelele”. La productora de esta película contrató al director y al equipo técnico por muy poco dinero, tal vez pensando que como no iban a pagarles no tenía sentido crearles demasiadas expectativas. Sin embargo la productora ha hecho un estreno testimonial para intentar conseguir la ayuda a película realizada. La nueva Orden Ministerial obliga al productor a justificar los pagos del equipo antes de poder acceder a la ayuda y además se creará una lista donde irán las productoras fraudulentas.
Pero los guionistas profesionales no sólo sueñan los que les dice el productor o la cadena de televisión. Tienen muchas otras ideas, raras, o buenas, o divertidas. El Ministerio de Cultura daba todos los años 25 ayudas para que los guionistas, por su cuenta y riesgo, inventaran las historias que rebotaban en sus cerebros. Estas ayudas permitían a los guionistas dedicarse un tiempo corto a contar su sueño en un guión, pero eran sólo ellos los que lo veían. De todos los guiones que han recibido ayuda ni el diez por ciento ha llegado a la pantalla.
Con la nueva Orden Ministerial se pasa de 25 a 15 ayudas, de mayor cuantía, para que el guionistas pueda concentrarse más en su sueño. Además el guión que reciba estas ayudas tendrá más puntos en las ayudas a desarrollo y en las de realización, haciendo que los proyectos que subvencione el Ministerio tengan posibilidades reales de llegar a la pantalla.
Los guionistas no somos escritores, un guión no es una obra artística, pero es la pieza fundamental para que ésta se realice. Las ayudas al guión tienen que reflejarse en la industria, no en unos cuantos afortunados que ven como sus historias se corrompen en algún backup durante años. Quedan cosas difíciles por concretar, pero si cada año se hacen en España quince películas originadas en la cabeza de un guionista veremos realmente con que sueñan nuestros guionistas. Y puede que esos sueños se parezcan más a lo del espectador que los de un ejecutivo de televisión, los de un experto en marketing o los de un productor. Y puede que los espectadores que devoran las teleseries y los programas escritos por guionistas españoles vuelvan al cine a ver nuestras películas. Pero esto es sólo otro sueño de guionista.
Carlos Molinero
Vicepresidente de ALMA(Autores Literarios de Medios Audiovisuales)
Los guionistas no sólo sueñan con ovejas eléctricas. Sueñan con que les paguen por su trabajo, un dinero digno a ser posible. Sueñan con tener la importancia y el respeto que se han ganado otros ramos del sector como la interpretación o la dirección de fotografía. Sueñan con un Convenio Colectivo firmado por sus representantes legítimos y no por sindicatos mayoritarios que ni conocen el sector, ni tienen afiliados en él. Sueñan con que sus historias tengan la misma promoción y distribución que las de otros soñadores de más lejos.
Cuando los guionistas leímos la Ley del Cine, que se hizo sin contar con nosotros, vimos que nuestros sueños iban a seguir flotando durante mucho, mucho tiempo. Era una ley continuista, que no entraba en la distribución o en la exhibición o en la formación y que mencionaba al guionista de forma tangencial. Pero tenía un aspecto positivo que podría al menos evitar la pesadilla de “Soy un pelele”. La productora de esta película contrató al director y al equipo técnico por muy poco dinero, tal vez pensando que como no iban a pagarles no tenía sentido crearles demasiadas expectativas. Sin embargo la productora ha hecho un estreno testimonial para intentar conseguir la ayuda a película realizada. La nueva Orden Ministerial obliga al productor a justificar los pagos del equipo antes de poder acceder a la ayuda y además se creará una lista donde irán las productoras fraudulentas.
Pero los guionistas profesionales no sólo sueñan los que les dice el productor o la cadena de televisión. Tienen muchas otras ideas, raras, o buenas, o divertidas. El Ministerio de Cultura daba todos los años 25 ayudas para que los guionistas, por su cuenta y riesgo, inventaran las historias que rebotaban en sus cerebros. Estas ayudas permitían a los guionistas dedicarse un tiempo corto a contar su sueño en un guión, pero eran sólo ellos los que lo veían. De todos los guiones que han recibido ayuda ni el diez por ciento ha llegado a la pantalla.
Con la nueva Orden Ministerial se pasa de 25 a 15 ayudas, de mayor cuantía, para que el guionistas pueda concentrarse más en su sueño. Además el guión que reciba estas ayudas tendrá más puntos en las ayudas a desarrollo y en las de realización, haciendo que los proyectos que subvencione el Ministerio tengan posibilidades reales de llegar a la pantalla.
Los guionistas no somos escritores, un guión no es una obra artística, pero es la pieza fundamental para que ésta se realice. Las ayudas al guión tienen que reflejarse en la industria, no en unos cuantos afortunados que ven como sus historias se corrompen en algún backup durante años. Quedan cosas difíciles por concretar, pero si cada año se hacen en España quince películas originadas en la cabeza de un guionista veremos realmente con que sueñan nuestros guionistas. Y puede que esos sueños se parezcan más a lo del espectador que los de un ejecutivo de televisión, los de un experto en marketing o los de un productor. Y puede que los espectadores que devoran las teleseries y los programas escritos por guionistas españoles vuelvan al cine a ver nuestras películas. Pero esto es sólo otro sueño de guionista.
Carlos Molinero
Vicepresidente de ALMA(Autores Literarios de Medios Audiovisuales)
7 comentarios:
El problema es que no os pidieron vuestra opinión si no SU opinión, ¿sois guionistas no?
Dice Molinero: "el guión que reciba estas ayudas tendrá más puntos en las ayudas a desarrollo y en las de realización, haciendo que los proyectos que subvencione el Ministerio tengan posibilidades reales de llegar a la pantalla."
ERROR. Lo que aumentan son las posibilidades de llegar a rodarse. Son dos cosas muy distintas, que ni en sueños debemos confundir.
"ERROR. Lo que aumentan son las posibilidades de llegar a rodarse. Son dos cosas muy distintas, que ni en sueños debemos confundir."
Como demuestra la parábola de "Soy un Pelele".
Hombre, si no se rueda sí que tiene pocas posibilidades de llegar a las pantallas...
De todas maneras, que alguien me explique qué tiene de malo este texto para intereconomia.
El error es pensar que un periódico con Intereconomía detrás y Carlos Dávila en la direccón iba a respetar la libertad de expresión, cuando lo único que quieren son motivos para linchar a ZP.
No es la primera vez que Intereconomía censura algo por no coincidir con su línea editorial: http://lacajadebajodelacam.blogspot.com/2009/07/la-censura-en-intereconomia.html
Diós,como está el panorama...
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