miércoles, 16 de abril de 2008

La película intrusa según Santiago


Decido llamar a mi productor y contarle que quizá debería saber algo. Me tiré toda la noche pensando en si contarle o no la aparición de la película intrusa del proyecto que estaba escribiendo y que Santiago, a través de su productora La Milla, iba a convertir con un poco de suerte en algo parecido a una película.

El caso es que estaba escribiendo la primera versión y si “Tropic Thunder” podía interferir de alguna forma en el desarrollo del proyecto quería que fuera lo antes posible para no trabajar a lo tonto. Me había preparado unos cuantos ejemplos por si el hombre se me venía abajo. A decir verdad, la peli intrusa puede que se parezca un poco a la nuestra, pero no tiene tanto que ver y sobre todo tampoco es… taaaaaan “original”. Es más, ¿el argumento de la peli de Stiller no os suena a refrito? Un grupo de actores metidos por error en un berenjenal bélico. Tirando de memoria no tardé mucho en rascar dos títulos (tan simpáticos como infravalorados) cuyo punto de partida es exactamente el mismo: “Héroes fuera de órbita” y “Bichos”.

Total, que marco el número de la oficina y como es lógico me contesta la secretaria deportista. Tarda 7 segundos en preguntarme si se me ha pasado el disgusto del último fracaso. Siempre hace lo mismo la muy perra. Es evidente que no lo hace con maldad, ¿¡pero qué necesidad hay de recordármelo cada dos por tres!? Le digo que sí, que estoy muy contento y muy ilusionado con el proyecto nuevo. Y me suelta una que me deja helado. “¿El del Príncipe ese en el ejército?”. Sole nunca se había interesado por los guiones hasta que no llegaba el momento de ponerse a hacer el casting.

Lo que oyen.

En La Milla nunca ha puesto un pie un director de casting. Un sueldo menos y sobre todo, según la filosofía de la empresa, prescindible. El proceso era el siguiente: Santiago le pedía a Sole que se leyera el guión, se cogiera el “Cine Guía” y le pasara una propuesta de reparto en Excel con los nombres de todos los actores y actrices que coincidieran con los perfiles de los personajes y el número de teléfono de su representante. ¿Una secretaria haciendo castings? A que ahora se explican por qué Santiago Urrialde o Verónica Mengod todavía se cuelan en más de un reparto, ¿verdad? (Un pequeño consejo, si eres actor y estás pensando en tu nombre artístico recuerda que si tu apellido empieza por la letra A tendrás preferencia en ese archivo Excel ordenado por orden alfabético por Sole.)

El caso es que le pregunté cómo conocía mi proyecto y me dice que había oído a Enriquito hablar por teléfono de él a alguien y decía no sé qué de “Sevilla”. Lo de Sevilla meses después trajo cola… ya les contaré, ya… El caso es que no sigo indagando y le pido que me pase con Santiago. No hizo falta que echara mano de las hormigas de Pixar. La conversación con el productor fue así… textualmente:

SANTIAGO
¿Quién?

CHICO
Ben – Stiller

SANTIAGO
¿Qué ha hecho ese?

CHICO
Es el de “Los padres de la novia”.

SANTIAGO
Ah… bah… No me hace ninguna gracia.
Tiene cara de tonto y me pone nervioso.
¿Quién más sale?

CHICO
Jack Black.

SANTIAGO
Ah.

CHICO
Y Robert Downey jr.

SANTIAGO
No les conozco. Esa peli
no la va a ver ni Dios.

CHICO
Vale, vale… pensé que sería importante
que lo supieras. Al principio
me preocupé un poco…

SANTIAGO
Nah… Tú tira pa’lante con tu guión.
Películas como esas se estrenan
todos los días y no las ve nadie.

CHICO
Oye, por cierto… tenemos que
hablar del contrato.
Aún no me habéis pasado nada.

SANTIAGO
¿El Stiller ese tiene como
cara de mono el cabrón, no?

Este requiebro ágil e inesperado para escaquearse de hablar (por enésima vez) sobre el contrato no puede hacernos olvidar una cosa. Hay una generación de productores (los mismos que manejan los hilos de este mundillo) que no tienen ni la más remota idea de qué se cuece en los multicines de este país.

En una ocasión oí a Joaquín Oristrell decir algo que define perfectamente el gran drama del cine: “El mayor problema para los directores, guionistas y productores es que ellos envejecen, pero el público siempre tiene 15 años”.

Es un pedazo de verdad que afectó de gravedad a Santiago y de la que, por desgracia, ninguno estamos a salvo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja...joder, como esta el patio.

Bueno, supongo que lo importante es como y de que forma se cuentan las cosas. Si no mira lo que cambia el mismo chiste contado por gente distinta.

Si me escapo a Madrid, tendrá noticias mías.

Saludos desde una Barcelona que celebra la esperada lluvia.

Chico Santamano dijo...

No me haga esperar más de la cuenta.

Enhorabuena por ese 1% de más en los pantanos.