domingo, 26 de octubre de 2008

Entrevista hastiada (II)

Segundo round del Hastiado vs. Santamano. Esta vez nos centramos en el libro y en los cursos de Cuba. Yo hago ver como que me lo he leído entero (es verdad, que conste) y a él le gusta sentirse importante respondiendo como influyente autor (es verdad también). Disfruten.



CS: Acaba de lanzar el “Manual del guionista de comedias televisivas”. Siempre dice que el blog fue hijo del fracaso de “Divinos”, ¿de quién es hijo el libro?

GH: Ya era hora de hablar del libro, empezaba a mosquearme. El libro es hijo mío y de una cubana grandota y sabrosona llamada “EICTV” (Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños). Es una ampliación de los apuntes sobre los que baso cada año el taller que imparto allí. Por supuesto, debo agradecer a mi buen colega Rolando Pardo que me ofreciera la oportunidad de colaborar con aquella escuela mágica que tanto me ha enseñado, y que tan buenos momentos, amigos y mojitos me ha dado.




CS: ¿Es un encargo editorial o lo movió cegado por la ambición de convertirte en la Linda Sieger española?


GH: Es un proyecto que inicié un poco a lo loco, porque sí, quizá sorprendido y alentado por el hecho de que no existiera ningún manual de ese estilo en España, ni siquiera traducido del inglés. Suponía un buen ejercicio para mí y lo inicié con parsimonia, dedicándole atención cuando tenía tiempo libre. Ambición ninguna porque yo no quiero vivir dando clases, sino escribiendo, y porque es imposible ganarse la vida vendiendo libros a no ser que seas un Pérez Reverte de la vida. Además, yo no quiero ser Linda Sieger, yo quiero ser Don Draper.

Una vez que el libro estuvo terminado lo moví por varias editoriales y en “T&B” se mostraron interesados. También llamó la atención de “Ocho y medio” pero claro, había que quedarse con una sola. He de decir que ha sido un placer colaborar con “T&B”, que ya habían publicado con éxito “Cómo crear una serie de Televisión”, de Nuria Verde y Gonzalo Toledano (a quien tuve el placer de conocer hace poco). En el tema de la edición sólo lamento, como decía en el post, algunos errores en el formato de los textos de guión.




CS: Se oye mucho eso de “cómo alguien como Mckee que no ha escrito nunca nada con éxito puede dar clases de nada”. ¿Qué opinas de esta… (no quiero influir en tu respuesta)… gilipollez?

GH: No te preocupes. Para influir en mis respuestas tendría que tomarme en serio alguna de tus preguntas. Yo creo que el éxito en esta industria tiene más que ver muchas veces con el azar, tu disposición a bajarte los pantalones y con las habilidades sociales con las que cuentes, que con la calidad de tu trabajo, así que eso del “éxito” me importa poco a la hora de valorar el trabajo de alguien. Pero, aunque no creo que sea algo imprescindible, sí que considero recomendable que un profesor de guión haya escrito profesionalmente, del mismo modo que un profesor de dibujo debería saber dibujar. Puede que un guionista de carrera no sea capaz de escribir una obra maestra –o puede que sí-, pero al menos conoce el trabajo concreto del día a día y las dificultades reales y precisas a las que se enfrenta un guionista, como la necesaria habilidad para robar comida de plató, cual ninja, antes del corte para bocadillo.




CS: Su manual me parece una herramienta imprescindible para la gente que empieza para poder conocer los engranajes de las series en general y de las cómicas en particular, ¿pero qué cree que le puede aportar a la gente que ahora mismo ya está currando y escribiendo en las productoras patrias?


GH: Hombre, tanto como “imprescindible”... Dejémoslo en “importantísimo”, jaja. Tal vez sea de interés para guionistas profesionales que no hayan escrito comedia, ya que el manual se centra en el análisis del guión de series cómicas. Por lo demás, la mayoría de profesionales ya conocen bien la materia de la que hablo. El manual puede servirles, quizá, para recordar o poner en orden algunos conceptos básicos, para fisgar un poco en otra forma de trabajar o concebir la comedia distinta a la suya, para calzar una mesa que cojee o alimentar una estufa de leña. Qué más da, mientras lo compren.




CS: Habla en el libro de la forma de hablar de los personajes y los “chistes de texto” y yo he de confesarle en este mismo momento que odiaba “7 vidas” por eso mismo. Daba igual que el personaje fuera muy espabilado o muy tonto. Siempre tenía a punto ese chiste perfecto sobre el alcoholismo y María Jiménez.


GH: Uf, son chistes que funcionan a un nivel muy básico –en la misma línea que los pedos en jacuzzis- pero un exceso de ellos pueden convertir una comedia en un recital sin alma para el espectador, y en un infierno para los guionistas que lo escriben. Como decía en un post reciente, la comedia siempre debe estar al servicio de los personajes, son de ellos de los que nos reímos, de sus debilidades y contradicciones (en las que nos vemos reflejados). Los guionistas de “Friends” o “Frasier”, por ejemplo, siempre entendieron eso. Los chistes de texto metidos sin ton ni son ralentizan el curso de una escena y provocan una pérdida de credibilidad en el espectador. Mi personal –y posiblemente estúpida- teoría es que habría que apostar por lo cualitativo y no por lo cuantitativo. Es decir, pocos chistes, pero muy buenos. Así te podrás centrar en lo importante: contar una historia. Pero claro, ¿quién sabe hacer sólo chistes muy buenos?




CS: En el Manual también habla de la Writers Room (guionistas reunidos ante una gran pantalla en blanco para afinar chistes y situaciones). Nunca he trabajado de esta forma. De hecho lo más cerca que he estado fue verlo en el documental “De los Serrano a Cuenta atrás” donde a los pobres guionistas se les veía, no sé si por la presencia de las cámaras, silenciosos y forzados como si estuvieran poniendo un huevo. Me pareció algo tan frío que me dejó un poco turbado. Desde la ignorancia más absoluta, ¿realmente funciona este método?


GH: Realmente funciona. Y sí, muchas veces la “Writers room” es un lugar oprimente donde a nadie se le ocurre nada y en el que todo el mundo desea irse a su casa o, mejor aún, a un bar con “happy hour”. Pero conozco a los compañeros que aparecían en el documental y te aseguro que son capaces de hacer reír, y mucho. En la “writers”, como la llamamos para no gastar saliva, hay momentos de mucha diversión –casi nunca por cosas que plasmas en el guión- y desde luego es una manera estupenda de filtrar las tonterías que a ti te parecen muy graciosas, y de aprender constantemente de tus compañeros. Eso sí, para poder trabajar con este sistema uno tiene que ponerse un chaleco antibalas para soportar las críticas descarnadas a tus aportaciones, no hay tiempo para tratar a los compañeros con tiritas.




CS: Yo no es por picar, pero… Noto cierta animadversión salpicada por las páginas de su libro hacia Florentino Fernández…


GH: ¿Sí? No me había dado cuenta. Cuento una anécdota graciosa que protagonizó una vez que se cortó el pelo entre el ensayo general (que se grababa de tabla de salvamento) y la grabación. Y es cierto que lo pongo de ejemplo cuando hablo de un tipo de protagonistas que son buenos cómicos pero que fallan en las habilidades interpretativas. Pero no había mala intención en ello, de hecho creo que es uno de los actores más divertidos, sanos y desprovistos de snobismo que he conocido. Él mismo era consciente de sus limitaciones y se esforzaba por estar a la altura en una serie que contaba con actores y actrices verdaderamente sobresalientes.




CS: ¿No cree que algún alma cándida debería sacar un manual similar para los directores de comedia en televisión? De poco sirve que te escuernes en hacer chistes brillantes si luego el director la caga con los actores y la planificación.


GH: Desde luego. Los mejores gags son aquellos cuyo éxito depende de la interpretación del actor (porque suelen ser aquellos que inciden en la personalidad del personaje). El tempo, el tono adecuado, la cadencia... pueden salvar o echar a perder un buen chiste. Y es cierto que no hay muchos buenos directores de comedia en España. Y, si me apuras, tampoco muchos buenos actores cómicos. Y es muy cierto, como bien apuntas, que no vendría mal algún manual de dirección que plasmara la realidad del día a día en la dirección de ficción televisiva española.




CS: Por una vez y sin que sirva de precedente hablemos bien de alguien… ¿El mejor director de comedia en España se llama…?


GH: Mario Montero. Fue uno de los máximos responsables del éxito de “7 Vidas” y ahora es productor ejecutivo de “La Familia Mata”. Vale, sí, es mi jefe, pero también mi amigo. Si mi respuesta está condicionada por algo, será por lo segundo, no por lo primero. También destacaría, sin conocerlo, a Luis Guridi, que ha hecho de “Camera Café” un éxito indiscutible.




CS: Como no todo en la vida son los libros… ¿Cuántas puñaladas le darías a toda esa gente que trabaja en la tele y se jacta de no ver tele? A mí es algo que me mata.


GH: Es absurdo. Te puedes jactar de no ver determinada tele, pero de no ver nada... Es uno de los problemas de la industria televisiva española, que todavía hay mucha gente que se avergüenza de trabajar en ella. Yo no me avergüenzo de trabajar en televisión, sólo me avergüenzo de que algunas cosas que se emiten lleven mi nombre, jaja.




CS: Cada año imparte un curso de guión en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. ¿Es cierto que no le pagan nada en Cuba porque, como buen guionista, es la única oportunidad de sexo fácil que tiene al año?

GH: El sexo fácil está aquí, en los despachos de los ejecutivos. Eso sí, es doloroso. En Cuba me pagan poquito pero la estancia y el vuelo son gratis. Y hay una piscina enorme. Para mí es suficiente. De sexo bien, gracias.




CS: ¿Cuál es el perfil de los alumnos que acuden a esos cursos?


GH: Suelen ser gente entre 20 y 35 años, con algunas excepciones. Son sobre todo españoles, mexicanos, chilenos, cubanos, brasileños... A todos les gusta la comedia y les atrae la idea de aprender algo de un género para el que no suele haber muchos cursos. Casi siempre suele haber algún profesional de la televisión que quiere profundizar en la escritura de la sitcom. Y todos tienen muchas ganas de juerga (y a veces tengo que hacer de poli malo para que no pasen de la decimosexta cerveza y se vayan a la cama).


Sólo queda una entrega. No se la pierdan que es la mejor.
Continuará...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo la misma percepción respecto a Florentino, es un buen cómico pero un actor regular. No se puede tener todo.

Yo alucino con la gente que desmonta series española, porque sobre todo pasa con series y no con programas, sin haber visto un minuto, dando por supuesto que no les van a gustar y tirando de este adjetivo peyorativo y cinematográfico de la "españolada". Luego te enteras de que esos mismos andan locos por escribir en una de esas series. Eso sí que es para avergonzarse.

El Vecino dijo...

Decir que el curso que da en Madrid también está muy bien ( y con el otro profe, Sergio, las prácticas fueron geniales)

Anónimo dijo...

"No te preocupes. Para influir en mis respuestas tendría que tomarme en serio alguna de tus preguntas."

Me gusta su estilo. Al menos como entrevistado.

Anónimo dijo...

Me gustaría preguntarle al Guionista Hastiado si coincide ´en baños´ con Juan Tévar, un gran tío que me dio clases de guión en Málaga y que está en la ecam de profe de adaptado.

A mí me encanta la televisión, la muy buena y la muy mala. Lo que hay en esa mitad es lo que me molesta.

Mr. Shhh dijo...

Hola, Chico Santamano. Me gusto mucho tu analisis en "El extraño caso de 'Lonesome Jim'" y me gustaria transcribir ese articulo a mi blog si cuento con tu permiso, por supuesto que el credito sería totalmente tuyo. ¿Estas de acuerdo?

Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias a todos, amigos, por leer y comentar y no destrozar.

Cerilla, he coincidido algunas veces con Tévar, aunque no he trabajado con él. Ahora creo que está en "Herederos", haciendo un buen trabajo.

Y gracias, de nuevo a Chico S.

Chico Santamano dijo...

Mr. Shhh, faltaría más. Tiene permiso.

Hastiado, gracias a ti.

Aprovecho para anunciar la próxima y última entrega verá la luz el domingo.